lunes, 1 de agosto de 2011

Capitulo 21

Capitulo 21


(Narra Pao)
Como cada mañana salí de casa y tomé un taxi hacía el Luxor. Cuando salía por el ascensor y caminaba por el edificio, mi piel repentinamente se erizaba. La rutina de pasar todos los días por esa sensación no me había hecho su prisionera, pero la decepción sí. Atravesar las puertas de cristal ya no causaba la misma reacción, mi corazón seguía su pulso normal y mi piel también tenía la misma textura.


-Hola- dije cuando llegué a la sala y vi a la chica que estaba con Bill ayer-


-Hola… ¿Paola?- dijo ella con una sonrisa dudosa, que tenía que ver con mi nombre


-Si, tu eres Jessica- respondí


-¡Me recuerdas!-


-Si- sonreí- ¿Necesitas ayuda? Son demasiadas hojas…- dije refiriéndome a los montones de papeles que desempacaba


-Un poco de apoyo no me vendría mal- Jessica aceptó mi oferta y comencé a quitar cientos de ligas y grapas.


-Es increíble que tengan tantas cosas en común…- Jessica murmuró sin despegar la vista de las hojas


-¿Qué cosas en común?- dije suponiendo que hablaba sobre las hojas o algo así.


-No lo se, muchas cosas… Él también me ayudó, justo como tu ahora-


-¿Hablas de Bill?- pregunté soltando las hojas con cierta pena


-Si, también los dos sonríen de la misma forma cuando se nombran…- dijo Jessica en un tono un poco burlón- Son graciosos


-Enserio…?- pregunté un poco ingenua, lo que causo que Jessica y yo riéramos.


Continué ayudándola, Jessica me contó que hacía ahí. Ella ayudaba al productor general con todo el papeleo, era su empleo de verano.
Cuando estaba por levantarme para sacar el último paquete de hojas, Melissa entraba por la puerta, justo como una diva enojada. Iba hablando por teléfono y botó su chaqueta y su bolso en una de las sillas del salón.


-Pao, estas aquí- dijo Melissa mientras se despedía- Ven, ven, tengo algo que contarte algo- ella me jaló del piso ignorando completamente a Jessica.


Pensé que se vio como una mal educada, si, tal ves soné como mi mamá. Pero ni siquiera un “Hola” le dedico a Jessica. Melissa salió al pasillo a terminar de hablar por teléfono y dijo que me esperaba afuera.


-La señorita te espera, se cree una diva- Jessica se burló una vez más, lo cual, me causo algo de gracia


-¿No te molesta si voy?- pregunté para no parecer grosera.


-No te preocupes, ya me ayudaste mucho- sonrió y me levanté, caminé hacía el pasillo y me encontré con Melissa.


-¿Y cómo te fue con Bill?- pregunté hipócritamente


-No tan bien- dijo indignada mientras se quitaba los Ray-Ban y los sostenía.


-¿Por qué?-


“Supongo porque Bill rió conmigo mientras tú no sabías ni donde estaba” Pensé en un momento de insensibilidad.


-Bill nunca apareció, pero estuve conversando con su hermano…- los ojos sin maquillar de Melissa se tornaron brillantes de repente. Ella me diría algo “emocionante”- Y comenzó a decir todo lo que Bill siente por mí. Dice que a Bill le gustan mis ojos.


-Oh! Por eso no te maquillaste- dije sintiéndome un poco celosa, el color de sus ojos es realmente lindo: Verde olivo. Y que ni se digan sus pestañas, son largas y rizadas naturalmente.


-Exacto- sonrió- Hoy veré a algún maquillista para que me enseñe algunos trucos para resaltar mis ojos.


-¿Cómo? Si es lo primero que se ve en tu rostro-


-Gracias- rió- Pero creo que Bill realmente me gusta, y tu sabes, lo quiero impresionar. Espero verlo hoy.


-Seguro lo harás-


Si hay algo que nunca voy a poder tolerar o por lo menos fingir aceptar, es que me restrieguen en la cara que tienen algo que yo quiero y no puedo tener. Lo más probable es que Melissa no lo hiciera con la intención de hacerme rabiar, pero aún así yo no podía evitar ponerme de malas.
Traté de recordar buenos momentos que pasé con Bill para tranquilizarme – Son como tres, pero eso no importa. – Y creo que funcionó un poco. Aunque me sentía extraña por “pelear” por Bill. Melissa no sabía que peleábamos, pero aun así yo no me sentía cómoda con eso de sentirme feliz por ella, tenía algo que yo no puedo tener.


-Eso espero- saltó con alegría, imaginando la escena de su encuentro con él- Por cierto ¿Cómo vas con tus diálogos?-


-Bien- mentí- ¿Y tú?


-¿Enserio vas bien? Yo tengo que pulir muchos detalles todavía- supongo creyó mi mentira, porque se sorprendió-¿Me ayudarías?-


-Claro- respondí alegre. Memorizar diálogos era mejor que hablar de Bill.


Entramos a la sala otra vez, Jessica había terminando de desempaquetar. Nos sentamos y sacamos nuestros libretos, Comenzamos la lectura.


-Creo que es una chica demasiado profunda para mí…- dijo decepcionada, pero bromeó para disimularlo


-A mí me gusta, buscar esperanza en una pared llena de líneas sin significado, me parece tierno-


-Por favor dime como lo haces- sonrió fascinada


-¿Cómo hago… Qué?- pregunté


-Entender tan bien al personaje, de verdad, yo pienso que solo es una chica pobre- se rebajo – Y tu… no lo sé, lo dices tan romántico


No había leído el libreto casi nada, pero para no parecer irresponsable comencé a hablar sobre lo poco que había leído. Adornaba las palabras para que me enalteciera un poco. Por alguna razón siempre había tenido esa facilidad de manipular las palabras a mi antojo para que sonaran más lindas. Melissa seguía extasiada al escucharme hablar; nunca pensé que mostrara su lado humilde.


Seguimos leyendo hasta que los señores de traje llegaron, uno de ellos le pidió un café a Jessica y por alguna razón la llamó “Meli” cosa que me extraño, pues al principio pensé que el café se lo estaba pidiendo a Melissa.


El ensayo fue bueno, como siempre. Pero no estaba tan emocionada como antes. Saber que no iba a ser parte de esa serie me desilusionaba. Faltaban dos días para que esto terminara, sólo era una semana de audición o lo que fuera que eso era.


Cuando ya todos nos notábamos cansados el director de la serie pidió una pausa, que el productor otorgó. Melissa me pidió que la acompañara a la cafetería, cuando bajé caminé en dirección hacia esta y por alguna razón volteé a ver la entrada. Ahí venía Bill, junto venía Tom y detrás de ellos venía un guardaespaldas hablando con quien creía era David Jost.


Aguanté la respiración, para no soltar el alarido que seguramente correría a través de mi garganta. Contenía no solo el grito, sino también los nervios que sentía. Era la primera vez que veía a Tom y a David. Fue entonces cuando recordé la fantasía que por muchos años rondó por mi cabeza.


Yo estaba en un concierto y por alguna bella razón tenía una entrada a camerinos, esperaba en una fila interminable. Yo era la última, cada minuto que estaba parada era eterno, parecía que nunca llegaría el final. Estaba detrás de una chica con una camiseta que decía “I love TH”, ella saltaba y gritaba, yo sólo esperaba ansiosamente. Cuando la chica que estaba frente a mi salió del camerino junto con todas sus amigas, un hombre que parecía el cadenero de un bar me dijo que podía pasar.
Cuando cruzaba la puerta, los veía, a los cuatro. Todo era perfecto, ahí sí que grité, ellos rieron y por algún motivo después de ese momento tan vergonzoso me sentaba frente a Bill, él me sonreía y yo me sonrojaba. Me dispuse a conversar, sólo tartamudeaba y preguntaba cosas estúpidas y aún así ellos contestaban y sonreían naturalmente. Cuando pude hablar bien comencé a decirle a Georg lo mucho que me gustaba su cabello y le preguntaba que fijador usaba, yo quería tener un planchado tan duradero como el de él; a Gustav le pedía que pronunciara alguna palabra linda en alemán, para que yo pudiera aprenderla.


Conversaba con ellos por mucho tiempo, en algún momento empezaron a preguntarme cosas sobre mi. Prácticamente éramos amigos.


-¡Pao!- gritó Melissa


-Mande- Melissa interrumpió mis pensamientos


-¿Tu café descafeinado?- preguntó- he tratado de hablarte como por 5 minutos…


-Lo siento, estoy algo distraída. Y la cafeína está bien, un café regular por favor-


El llamado de Melissa me hizo volver a la realidad cruelmente, ella tenía a Bill y nadie más de Tokio Hotel me conocía. Era difícil comprender que mi fantasía no se haría realidad, pero lo era aún más cuando se sentía tan cercana.

domingo, 17 de julio de 2011

Capitulo 20

Capitulo 20: Una tarde… normal (?
(Narra Pao)
Después de un día lleno de bipolaridad –por tantos cambios de emociones– llegué a la puerta de mi casa, no sabía ni siquiera la hora, supongo eran las 7 o algo así; indagué en mi bolso en busca de las llaves, cuando las tuve en mis manos también tomé el celular, abrí la puerta y deje mis cosas en el sillón, no había rastro de mamá, tal vez tenía trabajo pendiente. Pasé a la cocina y busqué algo que comer.

-Hola… ¿No has visto a mamá?- le pregunté a mi perro, que llegaba a la cocina- obviamente no… ¿Verdad?- creo que me veía rara hablándole a un perro, pero lo realmente estúpido era que esperaba una respuesta. Me burlé de mí y me agaché a acariciar al perro, también le di una de las salchichas que estaba en mi plato, como recompensa por soportar mi locura.

Subí las escaleras hasta mi cuarto y me tumbé en la cama. Comencé a revisar mi celular encontrando dos mensajes:
Enviado: 4:30 pm
Llegaré más tarde, lo siento, tengo que entregar trabajo mañana. Te amo.

Y otro que decía:
Enviado: 6:15 pm
¡Hija! ¡Me haz olvidado! URGE VERNOS. Necesito que me cuentes todo, y yo tengo que contarte pff… un buen de cosas. Te amo! <3

Era fácil adivinar de quien eran los mensajes, el primero era de mamá disculpándose por no llegar temprano; y el segundo era de mi madre (Adriana) diciendo que nos teníamos que ver.

Pase casi dos horas viendo televisión, pero era una maratón de capítulos de una serie que yo había visto innumerables veces, así que era aburrido. No sabía qué hacer, pensé en llamarle a Adriana, pero no sabía si estaba ocupada; pensé en ir por un café a la cafetería de la esquina, pero si mamá regresaba en lo que yo no estaba se preocuparía. Al final decidí encender la laptop, chequé facebook y busqué a alguien con quien hablar, como respuesta a mis plegarias apareció Alex en mi lista de contactos conectados.

(Narra Bill)
Después de salir del Luxor le conté a Tom todas las situaciones por las que pasé y cómo era de esperarse él se burlaba de mi, algo que tenía en común con Jessica. Por momentos pensaba que juntar a Jessica y Tom podría ser bueno… o podría tener consecuencias catastróficas.

Llegando al hotel pasé a la habitación de Tom a recoger su netbook y fui directo a encerrarme a mi habitación. Llamé al servicio al cuarto y ordené una ensalada. Me conecté y como siempre mi estomago se volcó al ver a Pao conectada.

Pao: Alex! Hola!
Alex: Pao (: Como estas?
Pao: Pues, hoy mi sistema nervioso y mi corazón estuvieron expuestos a diversos cambios de humor, pero… ahora estoy bien.
Alex: Ser artista es difícil ¿Eh? Hahaha
Pao: Supongo que lo es, pero no fueron por eso mis cambios de humor. Hahaha
Alex: Serás parte de “The Fox Crew”? :D
Pao: La verdad, no lo creo. Hoy un chico me dijo que ni él ni yo seríamos parte del elenco…
Alex: Pero, por qué lo dijo o… qué? :S
Pao: No lo se, pero yo fui a preguntarle a mi profesora… y dijo que lo más probable es que no entre ):
Alex: No pues… No te preocupes, HBO es mejor ;)
Pao: hahaha! Eso creo… xD

Así que esa era la razón por la que no había un contrato con el nombre de Pao. Al parecer no era un mal detective, sólo tenía que aprender a pensar.
Me entristecí, seguramente ella estaba un poco decaída, tenía fieles esperanzas de encontrar una gran oportunidad en Fox. Traté de animarla y funcionó –un poco– me contó cosas que Bill (ósea yo) ya sabía. Habló sobre nuestra sesión de risas en la sala 275, también sobre el alivio que sintió cuando me vio salir del elevador y me abrazó. Era increíble saber lo que ella pensaba cuando me veía, era como leer su mente. Sólo necesitaba recordar el momento y automáticamente sabía lo que ella sentía.

Pao: Sabes? Hablar contigo es una bendición :D
Alex: Por qué?
Pao: Porque… estar sola en casa a veces es aburrido :/
Alex: Yo opino lo mismo, sería aburrido no hablar contigo (:
Pao: Pero estar en mi casa… no lo se, es rutinario. Por la tarde llegó y buscó algo que comer, me tumbó en la cama y hago cualquier cosa para perder el tiempo. Bueno, ahora hablo contigo. Lo cual prefiero mil veces. Eres divertido :D
Alex: Gracias (: Entonces, ahora comes? Yo estoy comiendo xD
Pao: Si. Como carne (:
Alex: U.U extraño la carne, ahora soy vegetariano.
Pao: Como Bill! Hahaha! Tienes algunas cosas en común con el… Eres vegetariano, eres originario de Europa…

Por un momento me sentí como un agente en cubierta descubierto. No sabía si empezaba a sospechar algo sobre “Alex”. Paola era inteligente y aparte yo era un tonto. Si pudo saber sobre Melissa, era probable que también sospechara sobre mi “identidad secreta”.

No sabía si era bueno o malo, Pao podría odiarme por prácticamente engañarla.



Bueno... si hay alguien que lee esto. Estoy algo triste! Ya no comentan ni nada ): No se si ya no les gusta o que... :/! Entiendo que no subi por MUCHO TIEMPO! Pero tambien tengo cosas que hacer. No se si quieren que termine esta temporada,,, o de plano ya ni quieren leer. Trato de subir mas seguido! Ahora que tengo mas tiempo hare un esfuerzo por atender mas el blog -Sacare el fuaaa! ok no xD- Espero saber lo que piensan! Y acepto sugerencias! Quiero tener a mis lectoras :'/

miércoles, 6 de julio de 2011

Capitulo 19

Capitulo 19: ¿Burlas?
(Narra Pao)

-Tú lo sabías y nunca me hablaste sobre esto- estaba decepcionada, de alguna manera me había engañado.

-Paola, por favor, escucha- no estaba dispuesta escuchar, no quería que Gina me dijera que sólo iba para “rellenar” el edificio Luxor.

-¡No!- caminaba por su oficina, de un lado a otro, impaciente- El guión que me diste no hablaba de un fracaso.

Dramaticé por un segundo y pude notar como Gina esbozaba una sonrisa. “Esto es una burla” pensé. En cualquier momento un pastel con betún rosa caería en mi cara y las carcajadas comenzarían a sonar. O por lo menos eso pasaba en mi mente como una película en cámara rápida; de pronto oí palmas chocando a modo de aplausos.

-No cabe duda- Georgina continuaba aplaudiendo y su rostro se mostraba regocijado.

-¡No cabe duda! ¿De qué?- no quería comenzar a gritar, pero el tono de mi voz era impasible- ¡¿De qué yo voy a seguir esforzándome el triple para qué tenga un papel cómo extra?!

-No cabe duda… Mi recomendación sigue en pie, tendré que fingir que no me gritaste. Pero supongo los artistas se liberan, sino…- silenció esperando que terminara su oración.

-Son farsantes- completé su clásica frase. Su rostro me seguía pareciendo incierto. Estaba satisfecha, en cierta manera, que yo no lograba comprender. Me senté en el sillón erguida, esperando que mi profesora continuara.

-Tal ves un protagónico como novata en una serie internacional te hubiera gustado más, pero…- sacó un sobre tamaño carta. No me fije mucho en el, pero pude observar un logotipo- espero esto te agrade.

Georgina deslizó por su escritorio el sobre, cuando estuvo al borde lo detuve sin levantarlo. Pero pude sentir que el papel del folder era como el de las revistas, esa textura hizo que pensara sobre el contenido del sobre, podía ser un contrato o una carta que prácticamente diría “no nos llames, nosotros te llamamos”

-Adelante, ábrelo- la obedecí y abrí el sobre. Eran solicitudes de becas, en nueva york.

-Gina… Yo no sé qué decir…- estaba sorprendida, pero seguía sin entender.

-No digas nada- su expresión se volvió seria repentinamente- sólo escucha

Asentí, mis manos empezaron a jugar entre sí nerviosamente y se humedecieron. Gina recargó los brazos en su escritorio y se preparó para hablar.

-Sabía desde el inicio que tú no serías parte de la serie -

-Eres joven- continuó- No creo que una serie sea lo más adecuado ahora.- Me miraba con lástima, ahora si no lograba entender nada. Ni lo que Santiago había dicho, ni lo que ahora decía Gina.

-Creo que puedes ser mejor. Julliard tiene un lugar para ti- sonó como promotora de ventas, su tono fue ridículo; si no hubiera estado tan confundida habría soltado una carcajada.

-¿Julliard?- dudé de ella, mi confianza en Gina ya no era absoluta.

-Mejor mira el sobre. Y apresúrate, no puedes llegar tarde a una audición- me hizo un guiñó y prácticamente me corrió de su despacho.

(Narra Bill)
-Libertad, al fin- grité con todas mis fuerzas

-Te ves muy feliz- Jessica dijo mientras se burlaba de mi

-¿Tú no lo estás?- sonreí - ¡No estamos encerrados!

-Es un gran alivio…- dijo con el mismo tono burlón-Te gusta- me miró acusante-

-¿La libertad? Claro-

-No, la chica-

- No- reí estúpidamente

Levanté la caja tratando de evitar la pregunta y avancé hacía la salón.

-No te preocupes…- me siguió-No le diré… con una condición-

-¿Cuál?- seguía riendo y Jessica se mofaba de mi

-Preséntame a tu sexy hermano Tom- bromeó- No, la verdad no.

Llegamos a la sala y ayude a Jessica a desempaquetar los paquetes de hojas. Insinuó varias veces que Tom le parecía atractivo; que lo quería conocer. También se disculpó por casi romperme el cuello en el elevador.
Jessica parecía ser una chica agradable y quería suponer que no me traicionaría. Cuando estaba a punto de irme ella dijo: “Confía en mi, no le dire”.


I'm very sad!

domingo, 19 de junio de 2011

Capitulo 18

Capitulo 18
(Narrador omnisciente)
Edificio Luxor, Piso 5. Sala 275. Ahí era donde ella se encontraba, repetía la misma línea una y otra vez, miraba su reflejo en el espejo y aún así se seguía notando inconforme con su entonación al decir las palabras de la primera conversación que “ella” entablaba en el capitulo piloto.
Pero no importaba, cuando dejaba de multiplicar entonaciones brotaba esa inminente sonrisa que hacía que todas las personas a 7 kilómetros a la redonda se reconfortaran, incluso si no la veían. Pero siempre… la desesperación volvía.
Estaba agotada, sufrir de tantos cambios de emociones en un solo día era suficiente para querer llegar a dormir. Se recargó en el espejo y sacudió su cabello hacía atrás, estiró un poco el brazo para alcanzar el ventilador, lo encendió; cerró los ojos y dejó que su espalda se deslizara hasta que estuviera cerca del suelo. Se quedó en cuclillas y su mirada se quedó perdida entre las muchas letras que se encontraban en la página.

Un clic se escuchó en toda la sala y una luz deslumbrante se apoderó por un segundo de la habitación, pero esas ligeras señales no eran suficientes para que Paola saliera de la hoja.

-Si sólo lo ves, no lo puedes memorizar- expresó una voz en un tono de burla invadiendo los pensamientos de Paola –

-¿Disculpa?- reaccionó ella cerrando el libreto de un golpe a modo de reflejo

-Al menos que tengas memoria fotográfica- continuó- pero obviamente… no la tienes.

La voz de dudosa procedencia al fin dio a conocer su identidad: Santiago. Piel tan blanca que podría parecer transparente, cabello rubio, ojos azules y una anatomía poco resistible.
Después de que Paola le dedicara una mirada asesina por su desagradable comentario, Santiago se acercó a ella.

-Sabes…- Santiago se sentó en el piso junto a ella y la observó fijamente

-¿Qué?- Paola también lo miró, pero se notaba algo –muy- irritada

-Si yo fuera tú, ni siquiera me molestaría en memorizarlo- la cosa no podía estar más clara, el objetivo de Santiago era hacerla rabiar

-Yo si quiero un papel ¿Ok?-

Paola se levantó con un fuerte impulso del suelo, Santiago la había hecho llegar al punto de casi golpearlo, entonces decidió retirarse de la sala por el bien común.

-¿Y crees que yo no?- Santiago la siguió hasta la puerta y se interpuso en su camino

-Aunque quisieras, estás muy lejos de alcanzarlo- ella lo atacó por primera vez esperando que dejara de obstaculizarla

-Tú y yo estamos igual de lejos de un protagónico, vaya, tendremos suerte si nos dan un extra- lo dijo con tanto descaro que llegó a herir los sentimientos de Paola, ligeramente, pero lo hizo

-Los 2 seguimos siendo estudiantes, no tenemos ni siquiera 18 años- continuó Santiago- somos novatos, no lo suficiente para Fox-Tal ves tú no seas suficiente, pero yo si- le reclamó

-Como digas- dijo mientras le dejaba el paso libre

(Narra Bill)
Llevo por lo menos una hora aquí y hay dos cosas que simplemente no puedo procesar:
1. Que Tom no se haya dado cuenta de que no estoy.
2. ¡Qué NADIE pueda notar que el elevador está atascado!

Me he estado tratando de controlar, pero ¡No puedo! El color plata del elevador está cansando a mis ojos y no es que el oxigeno se acabe, pero me empiezo a sentir mal y lo peor de todo es que no puedo dejar de pensar en la ausencia del contrato de Pao.

-Oye...- dijo Jessica

-Espera, espera- respondí emocionado- el elevador está subiendo

¡Si! El elevador ascendía, al fin, me sentía increíble. Volteé a ver a Jessica y sus ojos brillaban de la misma manera que los míos, ambos nos levantamos del piso y sonreímos mutuamente.
Observaba como los números iban aumentando cada vez que nosotros subíamos, cuando llegamos al piso 5 me sentí otra vez libre, mis manos comenzaron a moverse inquietamente esperando a que las puertas del ascensor se abrieran y en el momento en que eso ocurrió frente a mis ojos apareció Pao, que por alguna causa desconocida mordía su labio de forma nerviosa y sus manos se movían de la misma manera en que las mías lo hacían.

-Pao- la abracé entusiasmado-

Que ella fuera la primera imagen ante mis ojos después de estar encerrado por un largo tiempo, permitió que me repusiera rápidamente.

-Bill- ella también me abrazó. Al parecer los 2 habíamos pasado por malos momentos, pues miró con gran alivio.

Cuando nos soltamos ella se presentó con Jessica –que sólo nos observaba- y entró al elevador apresurada.

-Adiós- se despidió con la mano mientras el ascensor se cerraba.

Mis ojos se quedaron por un momento pegados a las puertas metálicas. De repente me sentí reconfortado, sin duda la razón era Pao.


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AWWW LAAS AMOO <3(:

domingo, 22 de mayo de 2011

Capitulo 17: La caja y la chica
(Narra Bill)
Después de verla una vez más y hacerla reír me pude ir tranquilo, sin duda todo estaba mejor entre ella y yo. Pero quedaban cosas pendientes: Melissa y David. (Aunque cuentan como una sola)
Mi problema estaba casi resuelto: sólo saludaría a Melissa cortésmente sin ninguna señal de interés.

Caminaba tranquilamente hacía el elevador, una vez adentro saqué mi celular, lo revisé y no encontré nada inusual, ningún mensaje ni llamada perdida, excepto una de Tom pero bah! Esa no importaba.

Cuando estaba a punto de bajar una chica entró. Parecía que ni siquiera había notado mi presencia cuando cerró las puertas del elevador, pues no espero a que yo saliera; pulsó el botón 5 y se quedó callada mientras el elevador empezaba a subir.

No tenía otra opción más que esperar a que ella subiera y yo pudiera bajar, porque ya estábamos por lo menos en el piso 1. Sin razón alguna empecé a sentir como el ascensor iba cada vez más lento y de repente un sonido estruendoso invadió mis oídos, lo que demostraba que mis sospechas eran correctas: El elevador se había estancado.

-Ay no… - dijo ella mientras ponía la pesada caja que llevaba en el suelo- ¡Tengo que salir de aquí!- Se llevó las manos a la cara de forma irritada mientras caminaba por el elevador
Ella empezaba a exaltarse, estaba casi seguro de que empezaría a golpear la puerta desesperadamente y según las películas siempre que alguien hace eso la luz se va. Y como obviamente no estaba en mis planes que eso pasara decidí tomar mano en esto.

-Tranquila- dije un poco impresionado tratando de que no golpeara la puerta

-Oye…- Giró el rostro y me vio por primera vez en los 5 minutos que llevábamos compartiendo el mismo aire- ¿Desde cuándo estas aquí?

-Desde antes que tu entraras al elevador- dije incrédulo ante su pregunta. ¿Cómo era posible que no hubiera visto que con ella me había encerrado a mí?

-¿Enserio?- exclamó exaltada

-Si… creo que no habías notado mi presencia- seguía incrédulo

No podía entender como estaba a menos de un metro de ella por lo menos desde hace 6 minutos y no había notado que me encontraba ahí. Era algo muy extraño.

Me sentía raro; hacía calor pero el aire acondicionado hacia que la garganta me doliera un poco, además estaba encerrado con una chica desconocida por tiempo indeterminado, lo cual no mejoraba mi situación.

-Bueno, ya que estaremos aquí por un tiempo…- me quité las gafas y le ofrecí mi mano para saludarla- Me presento, soy…

-Bill Kaulitz- me interrumpió con un grito silencioso (eso suena estúpido, pero es algo así como un grito contenido que dejo salir como un susurro) al mismo tiempo que sonreía

-Si… - bufé y continué- el mismo-

Mi mano seguía erguida para que ella la sostuviera, pero ella la rechazó. Cada vez me extrañaba más el comportamiento de esa chica.

-Yo te amo- gritó eufórica mientras se me abalanzaba y se colgaba a mi cuello- ¡TE AMO!

No me quedaba más que sentirme alagado, pero la verdad… esto de tener atada una chica a mi cuello hasta que pudiéramos salir del elevador; me asustaba.

-Oye…- se soltó y me tomo por los hombros- Tom- dijo admirada

-¿Tom qué?- dije algo indiscreto

-¿Él viene contigo?- me sacudió un poco-

Su pregunta impaciente me dio mucha ternura y gracia, la verdad me llegué a sentir un poco acosado cuando la tenía atada a mi cuello, pero que haya preguntado por Tom y el hecho de que se me abalanzó me causo gran simpatía.

-Si- contesté entre risas, pero no eran risas burlonas, simplemente eran risas

-Oh…- susurró apenada-seguramente piensas que soy una loca…- dijo mientras me soltaba y se alejaba de mi

-No te preocupes- sonreí - no me reí de ti, me reí contigo

-Eso hace que me sienta peor…- bajó la mirada

-Volvamos a empezar- volví a estirar mi mano- Bill Kaulitz

-Jessica Melissa- tomó mi mano y sonrió entre apenada y feliz

-Creo que te llamaré Jessica- sonreí, no la llamaría así solo porque el nombre Melissa ya estaba “ocupado” si no porque tenía cara de Jessica.

-Yo te llamaré… Bill- ella también sonrió y me miró con más confianza

Examiné todo el elevador era gris y metálico, como cualquier otro ascensor. Noté que junto a Jessica había una gran caja de cartón, la cual me causaba curiosidad. Pero tratando de no parecer entrometido fingí no hacerle mucho caso y me senté encogiendo las piernas hacia mi pecho; Sin decir nada ella resbaló su espalda –que estaba pegada al muro- hasta que llegó al suelo, suspiró intentando romper el silencio y tomó la misma posición que yo.

-Oye… - la curiosidad me mataba, sentía la necesidad de saber que había dentro de esa caja.

-Mande- ella volteó su rostro para verme y pude notar cómo se percató de mi rostro impaciente

-Bueno, no quiero que pienses que soy un entrometido- si Bill… te juro que no se nota que eres un chismoso- pero ¿Qué hay en esa caja?- listó. Al fin lo solté

-Ah…- volteó a ve la baúl de cartón con desprecio- hay miles de “documentos importantes”- continuó enfatizando las palabras con desgana

-¿Y por qué los cargas?-

-Porque necesitaba trabajo…- seguía con su tono de apatía- y ser asistente de un productor se paga bien- sonrió-

-Tú trabajas aquí…- volteé a ver los botones del ascensor que seguían parpadeantes en el número cinco- en el piso 5- terminé mi oración- ¿Y ahí llevas tus accesorios de trabajo?- señalé la caja con la mirada
De inmediato capté que Jessica era la asistente de alguno de los productores de la serie de Fox, pero quería que ella lo comprobara. Y estaba casi seguro de que en esa caja había algo que me podía interesar sobre el personaje, o cualquier cosa relacionada con la serie y Pao.

-Sí, me usan de burro de carga- habló con algo de furia-y esa caja está llena de “documentos importantes”- enfatizó agravando la voz como cuando un comentarista deportivo anuncia que algún equipo anotó

-¿Burro de carga?- no pude contener la risa-

-Si… burro de carga de “documentos importantes”- acercó la caja hacía ella, la abrió y revisó lo que había adentro- si quieres puedes ver, no hay más que papeles- deslizó la caja hacía mi dirección y accedí a verla.

Adentro del baúl de cartón había miles de hojas engrapadas, algunos de estos paquetes eran libretos como el que Pao tenía; la otra mitad eran contratos, cada uno establecía diferentes condiciones y estaban ordenados alfabéticamente. Comencé a buscar entre ellos y por alguna razón el de Pao no estaba.


U.U paoo no salioo en estee cap! Peroo Teeamoo Paoo!
Pao: Aww Graciaaas Paoo! Yoo Teeamoo maas!
Pao: Nonono! Yoo maaas! *w*
Hahaha mis mammds! XD el caap esta un poco largo [nada maas tantito] es para recompensar el otro CAP Qee estuvoo supeer chiqitoo xD peroo comenteen chicaas! Y recomendeen mi fic Qee solo tengo ghostreaders! hahahaha y sigaan el blog y recomienden! (: laas adoroo chicaas! :D


Peerdoon pooor la tardanzaaa! peroo cuaando la subi a facee el blogger habíaa muertoo T_T peroo resucitooo! ((: hahahah! y comoo dicee arriba ----> COMENTEEEN! quee luegoo mee pongoo toodaaa EMO [noo es literaal ;D] peroo si mee pongoo tristeee! D:
trataree de escribiir maas seguidooo! (: laas adooroooo! (:

martes, 19 de abril de 2011

Capitulo 16

Capitulo 16
(Narra Pao)

-Wow… eso fue increíble- dijo Bill sorprendido pero con una gran sonrisa

-¿Enserio?- pregunté mientras mordía mi labio con nerviosismo

-Enserio- afirmó y me miró con cariño- Pero… no recuerdo haberlo leído en el libreto

-Bueno es que… eso lo escribí ayer…- dije entre sonrisas nerviosas

Cuando terminé de decir eso solté una carcajada, una muy grande por cierto… Bueno… mmmm… ¡La solté porque me dio nervios que Bill supiera mis sentimientos!

-¿Por qué te ríes?- preguntó Bill un poco extrañado en lo que trataba de esconder la sonrisa burlona que era inevitablemente evidente

-¡Ay no se!- respondí tratando de calmar mi carcajada de 10 minutos

Bill también empezó a reír a carcajadas, estoy segura de que los dos parecíamos 2 locos. Fue tanta la risa que el estomago me dolía. Pero de alguna manera era tan lindo, cuando intentaba recuperarme Bill hacía un sonido extraño con la nariz (un sonido como de cerdito) que hacía que volviera a reír como desquiciada.

-Ok… eso fue extraño…- dijo Bill mientras se reponía

-Lo se… pero fue divertido- respondí recobrando el aliento

-Nunca dije que no fuera divertido…- se rió de nuevo y estaba a punto de volver a hacer es oink (de modo auditivo y nasal)

-¡Bill!- lo golpeé en el hombro suavemente con el libreto

-¿Qué?- gritó y volvió a reírse

-¡Me vas a volver hacer reír!- dije conteniendo la risa

-Bueno…- suspiró para no volver a soltar una risa- no te hare reír

-Gracias- sonreí para agradecerle

-…porque quiero que me expliques porque te empezaste a reír-

-Pues… - dije un poco avergonzada- es que me dio pena decirte que lo que leí; lo había escrito yo

Me ruboricé ligeramente pero no quería dejar de verlo, Bill me miró con ternura, delicadamente acarició mi mejilla y cuando terminó se puso de pie. Sin decir nada me ofreció su mano para que yo también me levantara, una vez que estuvimos a la “altura” le sonreí y él me beso la mejilla.
Caminó hacia la puerta, volteó e hizo el mismo sonido con la nariz provocando que los 2 volviéramos a reír, pero ahora fue ligero, se despidió con la mano y se fue.

lunes, 21 de marzo de 2011

Capitulo 15

Capitulo 15: Su sonrisa me cautiva
(Narra Bill)
Salía del baño, mi cara ya estaba en buen estado, pero mi conciencia seguía torturándome, seguía sintiéndome culpable de las lágrimas de Pao. Consideraba algo horrible hacer llorar a la persona que era la razón de tu respirar, yo mismo me daba asco.

No pude evitar quedarme paralizado fuera de la entrada de los sanitarios, ella venía caminando, distraída como siempre, pero venía con los labios curvados formando una pequeña sonrisa. Sus pasos eran delicados y miraba vagamente las paredes de mármol, llegó al final de su camino y volteó hacía mi dirección.
Me miró sorprendida, supuse me volvería a dedicar la misma mirada de la mañana, no la quería ver, así que preferí mirar al suelo. Pude ver como sus pies se acercaban a mí y asombrosamente con la parte superior de su mano acarició mi mejilla. Levanté la mirada y pude apreciar su rostro, sus ojos se veían ligeramente inflamados, pues había llorado; pero tenían la hermosa mirada de todos los días y sus labios rosas estaban curvados.

-Hola- dijo ofreciéndome una sonrisa

-Hola- respondí

La observé por unos segundos y le besé la mejilla, fue un acto impulsivo pero hice que pareciera que era un beso de cortesía. Ella repentinamente sonrió mostrando los dientes y se sonrojó un poco, se notaba delicada y feliz, verla sonreír era un gran alivio.

(Narra Pao)
Una vez más Bill había hecho que esa estúpida sonrisa brotara de mi rostro. Sus labios rosaron mis mejillas y hubiera parecido que el color de su boca se impregnara a mi rostro. Sabía que estaba sonrojada, la risita burlona que Bill soltó disimuladamente me lo mostró.

No quería que me siguiera viendo porque a ese paso iba a terminar del color de un tomate, así que empecé a caminar lentamente esperando que él también avanzara.

-¿Me vas a dejar otra vez?- dijo Bill con un tono arrogante y resentido, pero al mismo tiempo gracioso

Su pregunta me hizo enojar, no enojar ese enojar de estar enojada, sino me sorprendió. Sabía que ese era su objetivo: hacerme enojar, después iba a sonreír y yo me iba a derretir a sus pies. Eso había hecho muchas veces antes, así que no dudaría que esta vez lo volvería a hacer.

-¿Quuué?- grité sorprendida, mientras regresaba a donde estaba Bill

-Si, me vas a dejar parado aquí otra vez…- repitió con el mismo tono- como en la mañana, cuando yo iba a saludarte como la gente normal lo hace.

Era muy gracioso verlo “molesto”, la verdad era muy tierno, quería seguirlo molestando pero la verdad no podía. Su mirada simplemente me derretía, otra vez lo había logrado.

-¡Bueno ya!- dije riéndome mientras seguía caminando lentamente- Disculpa por no saludarte como la gente normal lo hace

-¿Esa es tu gran disculpa?- reclamó mientras se reía

-¿Qué quieres que me arrodille?- bromeé mientras seguía caminando

-No, pero un: “Perdóname Bill por ser una mal educada y no saludar” no estaría mal- él no avanzaba

-No voy a decir eso- reproché y seguí avanzando hacía la sala de la serie, sabía que el también lo haría, así que caminé un poco apresurada-

Bill no dijo nada, pero supe que sonrió.

- ¿Te vas a quedar ahí?- volteé para ver a Bill y seguí mi camino

(Narra Bill)
Era muy tierna la forma en la que Pao trataba de retarme, me cautivaban sus gestos y sonrisas; esos que hacía cuando me trataba de hacer rabiar. Seguí su camino con la mirada y avancé detrás de ella, su silueta desapareció entre las muchas salas y pasillos, pero su sombra me indicó que estaba en la sala donde ensayaba. Traté de avanzar más rápido para no perderla de vista, cuando entré al salón de puertas de cristal vi su reflejo, estaba sentada en el suelo. Parecía que había tramado una trampa para guiarme allí.
Su reflejo me aprisionaba, era el cuadro perfecto de armonía: tenía el libreto que yo había empastado en sus manos, su cabello caía sobre su cara de modo que solo podía apreciar la mitad de su rostro, su mirada estaba hacía abajo, pues leía las páginas del guión. Repentinamente levantó la vista hacía el espejo y me regaló una sonrisa que me incitaba a acercarme a ella, al parecer todo estaba mejor entre nosotros.

Caminé en su dirección y me senté enfrente, mis dedos acariciaron desde su pómulo hasta su barbilla, aunque su mirada seguía pegada a las letras en el papel.
Todo estaba en completo silencio hasta que su voz lo rompió:
“Pero yo no era feliz, mis lágrimas habían compuesto una sonrisa que todas las mañanas se dibujaba en mi rostro, mis sueños seguían tirados en un rincón y mis suspiros se habían quedado en mi corazón”
Sus palabras hicieron que mi corazón se encogiera, era maravillosa, dulce, Paola era todo lo que siempre había querido.